Solsticio Invernal


No lo hagas, me digo a mi misma, no tienes ni el más mínimo derecho de quejarte... no cuando tienes la dicha de estar en cuatro paredes que cálidamente te acogen y estar revestida de lana que cubre tu cuerpo.

Veintiún de Junio, famoso por celebrar el solsticio de Verano y recordar el nacimiento de San Juan el Bautista, el día festivo de todas las hadas, donde cuentan las leyendas que los elementales de la naturaleza se pasean por los prados y los jardines para impregnar de magia todo este día, el día más largo del año... Sí, así lo cuentan los países del norte, bendito veintiún, pero, ¿cómo lo vivimos los del Sur?
Más allá de nuestra realidad, existe otra perspectiva de la vida que pensar en ello se vuelve doloroso, llenándolo todo de impotencia e inutilidad.
De pequeña me enseñaron que uno cosecha lo que siembra, el famoso karma que explica que todo sufrimiento y todo dolor es para pagar algún pecado o rehacer una acción mal hecha, pero existen situaciones que van más allá de mi comprensión que simplemente no pueden justificarse con la ley del karma, situaciones como las que suceden a estas alturas en los países del sur, situaciones como el frío unidas a la pobreza.
Por ese simple hecho no me puedo dar el lujo de quejarme porque mis pies están helados, ni tampoco hacer tema del dolor que siento a causa del frío, ni molestarme por estas congeladas manos que tipean, no porque... mientras tantas personas que no disponen de la dicha de tener un hogar, deben de estar sufriendo el viento frío que les quema, el abatimiento de la soledad, la desesperación de un cuerpo enfermo y la impotencia de no poder hacer nada al respecto.
Es entonces que por más obra de caridad que uno haga al respecto, acciones como esas serían tan solo un miserable granito de arena con tanta pobreza que abraza al mundo.
Sinceramente, agradezco por tener la gracia de poseer un par de medias, esta gorra que visto ahora y esta lana que me cubre, la acogedora cama que me espera y la estufa que yace al lado de mi cama, pero por sobre todo, agradezco el bienestar de mi familia, pudiendo haber estado en otra situación de la vida, quizá en la calle deambulando entre la soledad invernal y el frío azotándome, entre los peligros y las enfermedades que amenazan con encadenar al cuerpo al sufrimiento y al dolor.
Frío, eres la intriga incomprensible que abraza mi impotencia, viendo tanta gente inocente sufrir a tu causa solo por ser pobres, pobres como aquel hombre que en mi infancia encontramos muerto bajo la fría noche de aquel invierno...

La Bruja de Portobello

La Bruja de Portobello del gran maestro Paulo Coelho es sin duda uno de mis libros preferidos, quizá por el hecho de sentirme plenamente identificada con la protagonista, Athena o quizá sencillamente por ser una hermosa historia. Lo leí hace mucho tiempo atrás pero intentar recordar estaría demás porque toda la historia la llevo en el corazón. La historia empieza luego de que Athena haya quedado embarazada, luego de este suceso, por motivos personales finaliza la relación con su pareja y emprende una búsqueda, la búsqueda de sus raíces, su historia, su pasado y sin exagerar también podríamos recalcar la búsqueda de su existir. Athena, o bien Sherine Khalil su nombre verdadero , fue adoptada a una edad pequeña por una pareja luego de ser abandonada por su madre. Creció en el seno de una familia que la adoraba y la profesaba el amor más grande del que pudieran dar a un ser humano, pero pese a todo, Athena siempre alimentaba sus dudas y curiosidades que la llevaron un día ir en busca de sus raíces. Un viaje que la llenará de sorpresas y enseñanzas y recuerdos que acompañarán en el corazón de toda persona que la conoció.
En cuanto a opinión personal, lo que más me sorprendió de la historia fueron los profundos mensajes y el gran trasfondo de la historia. Luego del divorcio que llevó a cabo, Athena se encuentra frente al gran rechazo de la Iglesia Católica y todos sus congregantes, mostrando la historia la cruel realidad de la religión, y sin desear meterme en debates religiosos pregunto, ¿Acaso Jesús no nos enseñó con sus actos a dar la mano al pecador? Una acción de esperanza, de amor, de perdón, que en este mundo nadie se salva de la imperfección, de los errores ni de los pecados y esa quizá fue la primera cosa que pudo llegar a mi corazón, quizá por la semejanza a mi origen en esta vida.

-¡Pues maldito sea este lugar! - dijo la voz-. Malditos sean aquellos que nunca han escuchado las palabras de Cristo, y que han transformado su mensaje en una construcción de piedra. Pues Cristo dijo: Venid a mí los que estéis afligidos, que yo os aliviaré. Yo estoy afligida, herida, pero no me dejáis acercarme a Él. Hoy he aprendido que la Iglesia ha transformado esas palabras ¡Venid a mí los que siguen nuestras reglas, y dejad a los afligidos! 

En segundo lugar, con su pasión por el baile nos cuenta la historia como a través de una simple acción como la de bailar, ella fue capaz de conectarse con su interior y dar paso a Dios, ¿qué eso no se puede aplicar en nuestra vida diaria? Me pregunto eso y entonces miro más allá de todo eso y veo a Facundo Cabral, no nos podríamos negar que mientras estuvo vivo el hizo la misma cosa, con sus cantos y su guitarra aunque cantaba para nosotros... pareciera que en realidad todo iba para ese Dios a quien adoraba y para no perder el tiempo en dar tantos ejemplos me limito a usarlo a él como mayor ejemplo porque es de quien más conozco, después de mi, porque... ¿cuántas veces no me he perdido entre el subconsciente y la imaginación mientras dibujo y garabateo? Porque es solo en esos estados en que uno verdaderamente es capaz de tener un encuentro personal con uno mismo y ese gran ser que yace en nuestro interior a quien muchos llaman Dios.
Luego de mucho andar por la vida ella conoció a varios maestros en su vida y el que más me llamó la atención fue aquel que le mostró el verdadero significado de las palabras, porque a través de él Coelho pudo mostrarme la realidad que ya había recalcado antes, todos los caminos llevan a Roma, así como todas las religiones llevan a Dios, y todas las artes a nuestra búsqueda interior...

-Hoy te he visto bailando. Yo hago lo mismo, sólo que, en vez de mover mi cuerpo, son las letras las que bailan - Ella pareció sorprendida - Mi manera de acercarme a Alá, ¡su nombre sea alabado! es a través de la caligrafía, la búsqueda del sentido perfecto de cada palabra. Una simple letra requiere que pongamos en ella toda la fuerza que contiene, como si estuviésemos esculpiendo su significado. Así, al escribir los textos sagrados, está en ellos el alma del hombre que sirvió de instrumento para divulgarlas al mundo.  Y no sólo los textos sagrados, sino cada cosa que escribimos en un papel. Porque la mano que traza las líneas refleja el alma de quien las escribe.

Es así como yo aprendí con ella las verdades que las diferentes personas que se presentaron en su vida fueron trasmitiéndolas y veo La Bruja de Portobello como una joya, es algo hermoso que te permite reflexionar sobre muchos aspectos de la vida, muchos subestiman al libro pero yo lo estimo aún más que El Alquimista o cualquier otra obra que haya leído de Coelho hasta el momento.
Y para terminar, les dejo mi parte preferida de toda la historia, es algo larga pero vale la pena leerla.

Procura sentirte bien cuando pienses que eres la última de las criaturas. No creas que está mal: deja que la madre posea tu cuerpo y tu alma, entrégate a través del baile o del silencio, o de las cosas comunes de la vida, como llevar a tu hijo al colegio, preparar la cena, ver si la casa está ordenada. Todo es adoración, si tienes la mente concentrada en el momento presente.
No intentes convencer a nadie respecto de nada. Cuando no sepas, pregunta o investiga. Pero, a medida que actúes, tienes que ser como el río que fluye, silencioso, entregándose a una energía mayor. Tienes que creer, fue lo primero que te dije en nuestro primer encuentro.
Tienes que ser capaz.
Al principio te sentirás confundida, insegura. Después, pensarás que todos creen que los estás engañando. No es nada de eso: lo sabes, solo tienes que ser consciente de ello. Todas las mentes dle planeta son fácilmente sugestionables para lo peor, temen la enfermedad, la invasión, el asalto, la muerte: intenta darles la alegría perdida.
Tienes que ser clara.
Reprográmate cada minuto del día con pensamientos que te hagan crecer.
Cuando estés enfadada, confusa, intenta reírte de ti misma. Ríete alto, ríete mucho de esa mujer que se preocupa, que se angustia porque cree que sus problemas son los más importantes del mundo. Ríete de esa situación patética, porque eres la manifestación de la Madre, y también tienes que creer que Dios es hombre, lleno de reglas. En el fondo, la mayoría de nuestros problemas se reducen a eso: seguir reglas.
Concéntrate.
Si no encuentras nada en que centrar tu interés, concéntrate en la respiración. Por ahí, por tu nariz, entra el río de la luz de la Madre. Escucha los latidos de tu corazón, sigue los pensamientos que no eres capaz de controlar, controla las ganas de levantarte inmediatamente y hacer algo "útil". Quédate sentada algunos minutos todos los días sin hacer nada, aprovecha lo máximo que puedas. Cuando estés lavando platos, reza. Da las gracias por tener platos que lavar; eso significa que en ellos hubo comida, que alimentó a alguien, que cuidó de una o más personas con cariño; cocinaste, pusiste la mesa. Piensa en cuántos millones de personas en este momento no tienen nada que lavar o a nadie a quien prepararle la mesa.
Evidentemente otras mujeres dicen: Yo no voy a lavar los platos, que los laven los hombres. Pues que los laven si quieren, pero no veas en ello una igualdad de condiciones. No hay nada malo en hacer cosas simples, aunque si mañana yo publico un artículo con todo lo que pienso, dirían que estoy en contra de la causa femenina.
¡Qué tontería! Como si lavar los platos, usar sujetador o abrir y cerrar puertas fuese algo que humillase mi condición de mujer.
En realidad me encanta cuando un hombre me abre la puerta: en la etiqueta está escrito "Ella necesita que yo lo haga, porque es frágil", pero mi alma está escrito: "Me trata como una diosa, soy una reina".

Luego se preguntan ¿por qué me gusta tanto este libro? Ahí la respuesta...



This is Empty


...Entonces saldría con el corazón en mi pecho, la mente en mi cabeza y el alma en mi mirada para ir y perderme en los confines de la imaginación, quien me abraza seductora para recorrer los confines profundos jamás inexplorados y decir adiós a esta aburrida y monótona realidad. 

 ¿Alguna vez has sentido este tipo de vacío en alguna etapa de tu vida? Porque yo lo hago en estos instantes y me aliviaría por lo menos mínimamente saber que no soy la única y que me digas una manera de salir de esta.
Un vacío que no es capaz de contener ni las alegrías del vivir... ni mucho menos las amarguras, no es exactamente como si estuviera deprimida, al menos eso creo pues las depresiones por la que he padecido nunca fueron de este modo y me conozco, sé que no estoy deprimida.
Creía que a estas alturas se me pasaría, suponía que era algo pasajero, pero hace harto tiempo que sigo en la misma monotonía emocional que todo se ha tornado más gris de lo que este frío invernal pudiera estar.
Yo creía que tenía al amor en mis manos y cuando la certeza me invadió, súbitamente; como el agua se escurrió de mis manos, creía que amaba la música y cuando se supone que más debo de disfrutarla todo se vuelve un martirio de presión y obligación, monotonía y desánimo.
Los días me parecen largos y aburridos, rutinarios. Ver a mis amigos no me produce ni la más mínima emoción, dibujar no me parece deleitador, ni mucho menos ir al conservatorio, donde yo juraba estar segura que era el lugar más maravilloso que pudiera haber conocido jamás.
Entonces me pregunto, ¿a qué va todo esto? ¿Por qué quiero tirar todo por la borda? ¿Por qué estas ganas de arruinar con todo? ¿Para qué tanto sacrificio de años y años si al final es a esto a lo que quiero llegar?
La apacible lluvia suena a la par del tranquilizador violín, si alzara mi vista a la ventana vería un maravilloso mundo lleno de vida y movimiento y si fuera más allá y saliera fuera... sería capaz de formar parte de ese mundo, pero no puedo, no quiero, pues las ganas de no hacer nada son terribles.
Si me detuviera a pensar dos veces... pareciera como si hasta deseara cambiar de nombre y ser una nueva persona, pero a eso no va el caso.
Simplemente... me harta estar de este modo, con la cara de culo que siempre ando traigo a todo el barrio preocupado y quiera o no, tal cual espejo reflejan mi estado y eso simplemente no ayuda.
No quiero comer, no quiero ir a la escuela, mucho menos al conservatorio, ni a mis clases de inglés, ni coreano, solo quiero tirarme en la cama y pasar el resto del día así, y mañana, y pasado hasta que pasen los días para estar en una tremenda soledad que solo podrá sacarme de ella los libros y las letras.
Nada me inspira, nada me conmueve, nada me incentiva a seguir todo esto... todo esto que muchas veces pareciera que fuera en vano.
O quizá si... quizá aquel violín dulce y melodioso que trae consigo las melodías de La menor, la apacible lluvia, el deleitador olor a Mbeju y el acogedor mundo de las letras me hacen sentir viva y con ganas de vivir aún más solo que nada de lo que verdaderamente deseo encaja con las responsabilidades de mi presente, responsabilidades que el año pasado me encontraba empeñada a cumplirlas con entusiasmo y energía y que por cierto... las cumplía.
Y en el andar y venir de aquí para allá, en el ajetreo matutino y en las desveladas noches de estudio, yo era feliz, entre el horrible dolor de cabeza y las heridas de un corazón ilusionado y decepcionado, con las preocupaciones del mañana, las intrigas del futuro incierto, los episodios inconclusos del pasado, todo me llenaba de entusiasmo cargado de ligera curiosidad, para que cuando llegaran las vacaciones las recibiera con la depresión por no tener nada que hacer...
Es curioso como cambian las cosas, curioso y estresante. No sé ni a que voy con esto, no tiene coherencia, el primer párrafo es una idiotez y el siguiente punto se supondría que debería ser un punto final será parte de unos puntos suspensivos inconclusos.

A Mercedes en su vuelo


Una viola de luz yerta y helada 
eres ya por las rocas de la altura. 
Una voz sin garganta, voz oscura 
que suena en todo sin sonar en nada. 

Tu pensamiento es nieve resbalada 
en la gloria sin fin de la blancura. 
Tu perfil es perenne quemadura, 
tu corazón paloma desatada. 

Canta ya por el aire sin cadena 
la matinal fragante melodía, 
monte de luz y llaga de azucena. 

Que nosotros aquí de noche y día 
haremos en la esquina de la pena 
una guirnalda de melancolía.

Federico García Lorca

Cazadores de Sombras: Ciudad de Cristal


Reseña:

Cuando Clary se entera de que existe una manera de traer de vuelta a su madre del sueño profundo en el que se encuentra, decidida emprende un viaje hasta Idris con la esperanza de encontrarse con Ragnor Fell, un brujo quien conocía la única manera de despertar a su madre.
Sus planes se ven estropeados cuando Jace la engaña para impedir que vaya hasta Idris con la intención de dejarla sana y salva en Nueva York. 
Pero pese a todo, con su gran habilidad en las runas, Clary crea un portal que la conducirá hasta Idris con la inesperada compañía de Luke, quien a último momento se lanza al portal. 
Al llegar a Idris sus planes se ven retrasados y luego profundamente estropeados luego de la terrible noticia de que el único quien podía ayudarla fue terriblemente asesinado, hasta que sus esperanzas son levemente iluminadas con la propuesta hecha por Magnus, quien accedió a ayudarla con la condición de que el Libro Blanco, libro de hechizos donde se encontraba la forma de anular el hechizo de su madre, le pertenecería a él luego de ser utilizado en Jocelyn y es así como accede a la propuesta con la condición de que Sebatian Verlac no se enterara de nada.
Luego de la terrible discusión con Jace, Clary y él por fin se reconcilian y van juntos a la casa solariega de los Wayland donde el Libro Blanco se encuentra camuflado por un libro de cocina para que así nunca cayera en manos de Valentine. Sin embargo... además de encontrar el Libro Blanco se topan con algunas sorpresas como el descubrimiento de Ithuriel, un ángel medio muerto que yacía encarcelado por una runa, siendo éste uno de los tantos experimentos de Valentine. A través del ángel ellos logran ver acontecimientos del pasado como el experimento que hizo Valentine en su hijo Jonathan para que dentro suyo circule sangre demoníaca. Luego de la visión Clary libera al ángel para que pueda por fin morir y así la casa de destruye con Ithuriel.
En su camino de regreso a Alacante observan a lo lejos la ciudad en llamas siendo atacada por demonios de todo tipo y clase, Valentine había dado su primer ataque luego de tanto tiempo obligando a los submundos y cazadores de sombras a aliarse entre ellos para la destrucción de Valentine.
Al final del libro la amigable y sonriente fachada de Sebastian por fin se esfuma revelando su verdadera naturaleza y su verdadera identidad que traerá consigo alivio en algunos personajes mientras que en otros perdurará la pena y el desconsuelo...

Opinión Personal: (contiene spoilers) 

Es el último libro que leí de Cazadores de Sombras, o... al menos el último que terminé, y hasta el momento ha sido el mejor.
La intriga y el misterio fueron dos elementos que en toda la historia estuvieron presentes, causando mayor interés en el lector e imposibilitando a separarse del libro.
Creo que la presencia de Sebastian es un elemento que ha ayudado mucho en incentivar el mayor interés por la historia, así como su misterio y su maldita fachada de encanto y belleza cuando en realidad es un imbécil, nótese que lo odió. (?) Aunque en el fondo sienta cierta pena por el desgraciado, sigo pensando que pudo haberse abstenido en haber matado al pobre de Hodge, porque pese a que la traición que demostró fue grande, en el fondo era un buen hombre que tenía gran cariño por nuestros chicos, o... eso aparentaba. Aunque claro, al final la culpable de su muerte es Cassandra pero ¿quién podría odiarla?♥
La satisfacción que sentí en el momento del gran beso de mi pareja favorita fue grande, esos grititos que di fueron inesperados, pero me salieron del alma.
-Pero... -Maia, mirando aún en dirección a Alec y Magnus, se interrumpió y enarcó las cejas. Simon volteó para ver que era lo que miraba... y abrió los ojos como platos. Alec rodeaba con sus brazos a Magnus y lo estaba besando, en la boca. Magnus, que parecía estar en estado de shock, permanecía paralizado. Varios grupos de gente -cazadores de sombras y subterráneos por igual- los miraban atónitos y cuchicheaban. Echando una ojeada a ambos lados, Simon vio a los Lightwood, que, con los ojos desorbitados, contemplaban boquiabiertos la exhibición. Maryse se cubría la boca con la mano.  
Este fan art hubiera ido a la perfección con la escena si tan solo el artista que haya hecho esto hubiera dibujado a Alec y Magnus vestidos con una ropa un poco más formal.(?)





¿Quién en la vida no se emocionaría al leer tal cosa de tus personajes favoritos?♥ pues por fin su relación se volvió oficial y el pequeño de Alec se armó de valor para salir del clóset, cosa que ya me lo esperaba impacientemente desde hacía tiempo.
Y hablando de salir del clóset, me sentí triunfal cuando Luke reunió el coraje suficiente al ser honesto con Jocelyn sobre sus sentimientos hacia ella desde antaño. Honestamente no me esperé que ella se los correspondiera, aunque ahora que lo pienso... era de esperarse.
Así como tampoco me esperé que me encariñara tanto con nuestro querido Daylighter quien en toda la serie me sorprendió con su gran carisma y profundo amor hacia Clary, pues era por ese gran amor que supuse que lo destetaría, ya que cuando recibimos amor por otra parte tendemos a confundirnos... así como lo hizo Bella con Jacob o Elena con Damon, pero eso no fue el caso en esta serie ya que podemos apreciar la gran seguridad de Clary en cuanto a lo que siente, o al menos hasta el momento a no ser que Cassandra se me salga con sentimientos de Clary hacia Sebastian.
Por esto y mucho más le doy una excelente calificación a Ciudad de Cristal:


Amor de Invierno

Amor de Invierno es una dulce y corta novela de amor creada por uno de los más reconocidos autores paraguayos, Mario Halley Mora. ~ Esta bella obra la leí para un trabajo de castellano, y aunque al principio la subestimé bastante, se volvió una de mis favoritas.

Se dice que en el amor no hay edad y este libro es una prueba de tal frase, relatándonos con sencillez y humor la vida invernal de dos ancianos, hasta que accidentalmente se cruzan en sus caminos y, así como el sol derrite los copos de nieve en invierno para dar calor y cobijo, el amor disipará las desesperanzas y nostalgias de sus vidas sombrías y desdichadas~ Esta obra me ayudó a reflexionar y entender que nuestros queridos abuelos son como los jóvenes de hoy en día dentro de unos cuerpos desgastados donde nuestra "querida sociedad" los ha llenado de prejuicios, subestimándolos e incluso despreciándolos, dejando al olvido sus sentimientos, sentimientos como cualquier otro ser humano en la tierra. Mora nos relata esta historia de una manera tan exquisita que nos permite ser cada uno de los personajes, comprenderlos y emocionarnos, con un final trágico pero tierno en donde lágrimas brotarán de los ojos de un lector sensible. 


Click aquí si te interesa leerlo online o descargarlo. 

Y por dejar trasfondo tan hermoso y profundo como el que lo ha hecho la obra le doy estas bonitas  estrellas...