Los límites de la realidad


No me limito a etiquetas, no defino mi personalidad ni intento poner nombres a estos sentimientos. No intento encajar en adjetivos ni conceptos. Cuando intento definir mi personalidad, o dar nombres a mis sentimientos, simplemente siento que me limito en el reducido número de letras que conforman cada etiqueta. No intento entender lo que siento, tan solo me conformo con tener seguridad y convicción en cuan verdaderos pueden ser los sentimientos y el carácter que esbozan mi personalidad, aliviándome en el mero hecho de poseer la plena certeza de que ellos no vinieron a parar hasta aquí por influencia alguna. Llegué a la conclusión de que las etiquetas, además de limitar, confunden. Intentando estancarte en cuatro paredes, impidiendo tu crecimiento y tu formación. Las etiquetas, al igual que la sociedad intentan moldearte a su antojo, haciéndote inseguro respecto a lo que sientes, encegueciendo muchas veces tu corazón por el estructurado sistema racional que estas presentan, poniéndote frente a situaciones que tergiversan el verdadero y pleno significado de cada sentimiento, malinterpretando la esencia del amor, las causas del odio y el motor que impulsa y motiva a la manifestación de cada emoción. ¿Nunca se ha tomado la molestia en pensar que el amor podría ser no más que el nombre de Dios disfrazado? ¿Nunca ha creído que esas sencillas cuatro letras podrían encerrar la esencia de nuestro vivir, la esperanza de un mejor porvenir y la llama que mantiene tibia nuestra humanidad? Yo lo he hecho muchas veces a lo largo de mi vida, y hoy lo volví a ser cuando miré aquellos ojos. Pareciera como si hubiera gozado la dicha de ver un ángel. La textura de su rostro y las suaves líneas que dibujaban su sublime rostro despertaban el ardiente deseo de trazarla en papel y lápiz y encerrar todo aquel momento en el mero acto de observarla con maravilla y admiración, como si hubiera encontrado a Dios en aquellos ojos. Entonces me pregunto, ¿dónde encajo según la sociedad? ¿En qué etiqueta? ¿En qué adjetivo? ¿Qué nombres darán a los sentimientos que surgen por su causa? Simplemente por eso no me tomo la molestia de dar nombre a lo que siento, soy lo que soy, una persona regida por un solo acto que es amar, me llaman Sol y mi personalidad no está limitada en esas tres letras que conforman mi nombre, mi personalidad se esconde tras mis ojos y está escrito en miradas, recuérdalo.

 S. F.

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